Ricardo Mewes fue a la presentación del proyecto de ley que busca fortalecer al Sernac y el Presidente Gabriel Boric le agradeció públicamente su presencia en esta actividad. La escena la menciona Mewes como una demostración del estado de la relación entre el empresariado y el gobierno. “El Presidente me invitó y me nombró en su presentación, nos agradece que estemos ahí, ¿qué más puedo decir? Yo califico eso como una buena relación”, sostiene el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), quien además se apura en negar que los empresarios se opongan a todo. “Eso es una caricatura”, recalca.
La oposición y el oficialismo se enfrentaron con declaraciones cruzadas sobre la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado. ¿El país se polarizó?
-El país no está polarizado, pero sí las élites políticas lo están. La gente común y corriente, porque el 70% no había nacido para esa fecha, quieren que esto pase y la política y los políticos seamos capaces de ponernos de acuerdo. Que lleguemos a algún consenso de los problemas que tienen las personas. Lo que pasó hace 50 años es tremendamente doloroso. Se quebró la institucionalidad, hubo violaciones a los derechos humanos, algo que nunca debe volver a pasar. Y eso en el discurso fue polarizando a la política. Es ahí donde el gobierno es el llamado a generar esta unión. Eso podría haber sido una buena jugada del Presidente Gabriel Boric. Eso es lo que uno hubiera esperado como líder. Hoy día está polarizado el ambiente, pero esperamos que decante después del 18 de septiembre, porque tenemos un desafío tremendo, que es la nueva Constitución.
Hace una distinción entre la ciudadanía y la élite…
-La polarización ha ido traspasando un poco. Y uno ve que las personas están más irritables. Pero es porque de alguna manera hay cierta desesperanza entre las personas. No está irritable políticamente, no veo que haya polarización política, sino que hay irritabilidad, porque no se le solucionan los problemas. Ven a los políticos discutiendo temas que a ellos no le cambiarán la vida. Todavía no recuperamos los empleos perdidos en pandemia y esas personas que aún están desempleadas está tratando de sobrevivir, trabajando en la informalidad, en trabajos esporádicos, entonces lo que ves es desesperanza sobre el futuro, pero no polarización política.
¿Se entrampó el debate político?
-El ambiente político dividido y polarizado de los últimos meses nos ha hecho perder el foco de lo realmente importante y está influyendo en el estancamiento económico que estamos viviendo. Necesitamos más unidad y menos confrontación para fortalecer la confianza y lograr mayor estabilidad, ambas condiciones indispensables para mejorar el clima para las inversiones, con todo el círculo virtuoso que ello trae en empleo y crecimiento.
Para usted, ¿el golpe era evitable o inevitable?
-El golpe representa un quiebre institucional que la política no supo resolver oportunamente. Si no se resolvió oportunamente, cada uno tiene su historia del por qué. Lo que vino de ahí en adelante, con la violación a los derechos humanos, las torturas, los desaparecidos, por supuesto que lo condenamos y jamás en la vida puede volver a ocurrir, pero lo que gatilla esto es porque los políticos no tuvieron la capacidad para que esto no estallara y ahí, cada uno conoce su historia, cada uno vivió su historia. Tenemos que aprender de lo que pasó en ese momento, cuidar nuestra democracia, nuestra institución para que nunca más ocurra eso en Chile. Fue un quiebre institucional que no se supo abordar y que gatilló todas las atrocidades.
Pone énfasis en que se debe trabajar para tener una nueva Constitución, pero las encuestas muestran que existen dudas para que este nuevo texto se apruebe.
-El miércoles participé en un encuentro en Icare donde compartí con la expresidenta Michelle Bachelet y el expresidente Sebastián Piñera. También estaban los presidentes de los partidos políticos que tienen representación en el Consejo Constitucional y hay una sensación de que tenemos que ser capaces de ponernos de acuerdo: el país requiere estabilidad para lograr un desarrollo inclusivo para que las personas, en particular para que las más vulnerables, tengan un desarrollo. Chile está lleno de oportunidades, como el hidrógeno verde, cobre, litio, transformación digital. Hay una serie de oportunidades, pero tenemos que ser capaces de tener cohesión social. En la calle se ve a la gente irritada, que es difícil de conversar, de ceder el paso en la vereda incluso. Chile es un gran país, pero no podemos darnos el lujo de no cerrar el proceso constitucional ahora.
¿Qué pasa si no se cierra este debate?
-El próximo año vamos a estar con varias elecciones: primarias de los alcaldes, luego las elecciones de alcaldes, después en 2025 vienen las elecciones parlamentarias, de gobernadores y la presidencial, entonces el momento es ahora. Si eso no pasa, habremos sumado ocho años perdidos. Y eso, desde el punto de vista empresarial, nos preocupa mucho. Tenemos una tasa de crecimiento tendencial del 2%. A ello se suma la mayor delincuencia y el hecho de que no tenemos certeza jurídica. Al final hemos ido en declinación. Y por ello si logramos tener una Constitución que realmente nos reúna a todos, habremos dado un paso hacia el futuro.
En este caso, la responsabilidad de republicanos y Chile Vamos es mayor, ya que tienen mayoría y deben buscar los acuerdos amplios.
-En una negociación todos tienen responsabilidad. Los republicanos junto a la centroderecha tienen mayoría, pero también cuando uno es minoría no puede pretender que le acepten todo lo que quiere. Tiene que haber un espacio de ceder. De eso se trata la negociación. Las personas que están ahí tienen que dejar todo lo que está de su parte para que se logren los consensos.
Por su argumentación, ¿es claro que está por votar a favor?
-Sí, lo que hemos hablado internamente en la CPC es que nos interesa cerrar este debate. Este proceso tiene un marco acordado por los expertos representantes de los partidos. Tenemos la oportunidad de tener una Constitución aprobada por la ciudadanía. Eso le da legitimidad y el Presidente Boric podrá gobernar los años que le quedan con una Constitución hecha en democracia, y además plebiscitada y ojalá con un porcentaje alto. Ese sería el legado del Presidente: haber hecho una Constitución en democracia y apoyada por la mayoría de los ciudadanos.
En este escenario de mayor crispación política el gobierno debe seguir avanzando en sus reformas. Una de ellas es el pacto fiscal.
¿Ve que pueda salir algo concreto de las reuniones que está teniendo Hacienda?
-Tenemos el compromiso de que se enviará un proyecto de ley que reformulará los permisos sectoriales y otro de reforma al sistema medioambiental. En ambos hicimos propuestas y está dentro del proceso que conversamos en la última reunión con Hacienda. Hay un espacio importante para llegar a acuerdo de aquí a fines de septiembre en estas materias.
Las discusiones de los ejes del pacto tributario avanzan lento y todavía no se ingresa algún proyecto. ¿El gobierno debería ingresar luego algunos proyectos al debate legislativo? ¿Le preocupa la lentitud con que se ha trabajado?
-Más vale avanzar lento, sobre todo en los temas relacionados con la permisología y lo mismo que con los permisos medioambientales. Necesitamos que exista una muy buena ley. Tiene que ser revisada de manera íntegra para que la burocracia no termine matando los proyectos. Pero sí que salgan en este gobierno, si quedan todavía 2 años y medio.
En cuanto a los proyectos tributarios que incluye menor elusión y evasión y cambios al sistema a la renta, ¿están paralizados?
Le hemos señalado al ministro Marcel que se debe buscar recaudación por otras vías, como, por ejemplo, menor evasión de IVA, informalidad. Hay otros mecanismos que permiten recuperar recaudación.
En ese caso, ¿están disponibles a conversar sobre impuestos a la renta, considerando que ya no habrá alza de impuestos a las empresas, pero sí un aumento a los sectores de mayores ingresos?
-Lo importante es que no desincentivemos a las personas a hacer un emprendimiento o a emplearse y que en lugar de quedarse en Chile empiece a mirar a otros países, ya que esas personas pueden buscar otras alternativas. Los impuestos tienen que ser equilibrados, son impuestos. No es una contribución graciosa, son impuestos, pero tiene que tener un nivel de equilibrio. Lo que también hemos planteado, en alguna de las conversaciones, es que se amplíe la base, que sea progresivo, e incluso hemos hablado de impuestos negativos, que se les devuelva a las personas más vulnerables. Hay todos esos elementos que pueden ser incorporados al momento que se analice el tema de renta propiamente tal.
Pero cuál sería el punto de partida, ¿el sueldo mínimo?
-Puede ser progresivo. No es necesario hacer un Big Bang. Se podría hacer una norma que permita que en el transcurso del tiempo y en la medida que las personas vayan teniendo mejores rentas, vayan incorporándose y así ampliando la base de manera automática. Esas son las cosas que hay que mirar fuera de la caja. Son temas que son novedosos, porque tampoco es la idea que las personas que ganen el sueldo mínimo vayan a pensar que se le irá la mitad del sueldo en impuestos, eso sería ridículo. Pero en la medida que vayan avanzando en sus remuneraciones pueden ir contribuyendo a los que tienen menos, y los que tenemos más también vamos a pagar progresivamente más.
¿Están, entonces, dispuestos a hablar de temas impositivos?
-Estamos dispuestos a hablar de impuestos y a mirar fuera de la caja los temas impositivos.
¿A qué se refiere con mirar “fuera de la caja”?
-Mirar fuera de lo que ya está sobre la mesa. Hay varias propuestas que están dando vuelta y si uno las mira, desde esa perspectiva, podríamos hacer un sistema tributario al estilo de Estonia, una tasa plana… Obviamente el Estado necesita recursos y todos debemos contribuir, el tema es que cuando se debate intuitivamente uno dice, bueno, cuando uno baja impuesto, las economías crecen, entonces ¿por qué no hablamos de bajar al 23% la tasa que pagan las empresas?
Pero eso de bajar los impuestos y que rápidamente subirá el crecimiento no ha resultado en otros países, como EE.UU., donde aumentó el déficit fiscal y la deuda pública…
-Pero si no es el Big Bang. Me encantaría ser Alemania, pero no lo somos, no somos un país rico, tenemos que tener los pies bien puestos sobre la tierra para saber hasta dónde se puede llegar. Tampoco somos EE.UU. Íbamos camino al desarrollo, pero retrocedimos 10 años. Hay que buscar opciones fuera de la caja.
“No estamos en contra del proyecto del Sernac (…) Se hace una caricatura de que nos oponemos a todo”
¿Cómo está la relación con el Presidente y con Hacienda luego de sus declaraciones que se interpretaron que usted pedía la renuncia del ahora exministro Jackson?
-Eso está superaclarado. Jamás voy a intervenir en una atribución del Presidente de la República. Estamos en permanente contacto con el ministro Marcel. Cuando se presentó el proyecto del Sernac, el Presidente me invitó y me nombró en su presentación, nos agradece que estemos ahí, ¿qué más puedo decir? Yo califico eso como una buena relación con el Presidente, con los ministros.
¿Cuál es el ánimo que tiene el sector empresarial para avanzar con el proyecto del Sernac?
-En la semana salió una información que decía que nosotros de nuevo estamos en contra del proyecto, pero no, no es así, no estamos en contra del proyecto del Sernac. Lo que nosotros queremos es un proyecto que proteja al consumidor, sus derechos, que las empresas cuando alguien hace un reclamo, contesten ese reclamo. Es lo mínimo. Estamos analizando el detalle del proyecto, pero me parece que de nuevo estamos volviendo a las caricaturas de que nos oponemos a todo y eso no es así. Queremos un muy buen proyecto para los consumidores.
¿Ya no ve que el Sernac sea juez y parte?
-El Presidente en la presentación del proyecto dijo que se hacía cargo de lo que dictaminó el Tribunal Constitucional y que el Sernac no será juez y parte. Si eso está en el articulado, bienvenido sea, pero no hemos terminado de hacer esa revisión, lo estamos analizando. Cuando veamos el articulado completo nos pueden saltar algunas dudas, pero esas hoy día no las tengo.
¿Qué materias debe tener un proyecto que fortalezca al Sernac?
-Hay dos elementos que me interesan resaltar: tenemos que hacer un buen proyecto que permita proteger los derechos de los consumidores. Y lo otro es que nos gustaría que todas estas entidades públicas tuvieran gobiernos corporativos distintos a lo que conocemos, parecido a la Comisión de Mercado Financiero.